Historia de una tabla de surf

Durban es sin duda la capital del surf en Sudáfrica, eso es algo de lo que te das cuenta nada más llegar al aeropuerto. La zona de control de pasaportes está presidida por una gran pared decorada con tablas de surf que muestran la gran pasión que tienen los durbanitas por este deporte. Por suerte o por desgracia, vivo con mi mujer y mis dos hijas en Durban desde hace algo más de dos años, y la presencia del surf en la ciudad es algo que puedes ver a diario; coches con tablas de surf en el techo, padres que llevan a sus hijos al cole después de haber surfeado un rato con ellos antes de desayunar… ¡Se respira surf por todos sitios!

Sala de control de pasaportes en el aeropuerto de Durban.

Sala de control de pasaportes en el aeropuerto de Durban.

Debido a su privilegiada situación en el océano Índico y gracias al clima subtropical, Durban es una ciudad única para la práctica del surf. A lo largo de sus diferentes playas puedes encontrar el tamaño de ola adecuado a tu nivel de surf, siendo un sitio ideal tanto para principiantes como para expertos.

Vista aérea de las playas de Durban.

Vista aérea de las playas de Durban.

Evidentemente, con tanta afición al surf en la ciudad, es lógico que haya una gran variedad de tiendas de surf y negocios relacionados con la industria del surf. En Durban se pueden encontrar varios talleres de fabricación de tablas. Los más conocidos son Spyder, Clayton, DGS, G-Star, Natural Curve, 42 Surf, etc.
Entre todas estas tiendas y talleres de fabricación de tablas hay uno muy especial debido al carácter y personalidad de su dueño y shaper, se trata de Baron Surfboards. La primera vez que vas a visitar este taller te sorprende el edificio donde se encuentra. Se trata de un inmueble de cuatro plantas algo destartalado, situado en el centro de la ciudad. En la última planta es donde se encuentra el taller de Baron Surfboards, nada más llegar allí te das cuenta de que no estás en la típica tienda de surf, no hay tablas nuevas a la venta, no hay modelos prediseñados, sólo algunas tablas de segunda mano de clientes y otras tablas que tiene Baron para que sus clientes las prueben antes de decidirse por un modelo o unas medidas concretas.

Tablas de segunda mano y modelos de prueba en Baron Surfboards.

Tablas de segunda mano y modelos de prueba en Baron Surfboards.

Cuando vas a Baron para encargar una tabla nueva, él siempre te pregunta qué tipo de tabla estás buscando, cuál es tu nivel de surf, condición física, etc. Entonces lo primero que te dice es “¿por qué no te llevas esta tabla, la pruebas el fin de semana y el lunes me cuentas como te ha ido, y a partir de ahí vemos cual es la tabla que mejor te encaja?” Así que hace un par de semanas fui a visitar a Baron para encargar mi segunda tabla. La experiencia que tuve con la primera fue fantástica, y por ello tenía claro que esta segunda tabla tendría que salir de las manos de Baron también.

En la primera ocasión le pedí a Baron una tabla pequeña, ancha y con bastante volumen para disfrutar del surf los días que las olas están pequeñas y sin mucha fuerza. Partimos de la base del modelo “Beach Horse” de Baron, adaptando las medidas a las condiciones locales, mi peso, altura y nivel de surf. El resultado fue excelente, una tabla muy maniobrable, con fácil remada y que se comporta de forma eficiente en olas pequeñas.

“Naranjito” mi primera tabla shapeada por Baron.

“Naranjito” mi primera tabla shapeada por Baron.

“Naranjito” en acción en la playa de Bronce Beach, Umhlanga.

“Naranjito” en acción en la playa de Bronce Beach, Umhlanga.

Para mi segunda tabla el concepto iba a ser completamente distinto, así que en mi primera reunión con Baron le comenté que esta vez quería una tabla para olas más grandes, más rápida y maniobrable que la anterior pero sin perder capacidad de remada. Tampoco quería una tabla “High Performance”, ya que mi nivel de surf no está a la altura de una tabla así. Como viene siendo habitual, Baron estuvo rebuscando por el taller una tabla de similares características a la que yo quería, hasta que finalmente la encontró y me la dejó probar durante el fin de semana.

El lunes siguiente fui de visita el taller de Baron para concretar las medidas de mi nueva tabla, basadas en las sensaciones que había tenido durante el fin de semana surfeando con la tabla que me prestó.
Ahora es el momento de que os hable un poco de Baron. Él es sin duda todo un personaje. Proviene de una familia de larga tradición surfista, su padre fue uno de los pioneros del Surf en Durban, y uno de los primeros en fabricar tablas de surf custom en la ciudad. Siguiendo la estela de su padre, Baron comenzó a shapear tablas en 1987 y desde entonces continúa día tras día disfrutando con su trabajo y poniéndole pasión a cada una de las tablas que moldea.

Baron en su taller perfilando mi nueva tabla.

Baron en su taller perfilando mi nueva tabla.

Cuando vas a visitar a Baron sabes que vas a “echar un buen rato”. En su taller no hay prisa, él se sienta contigo en el ordenador, empieza a enseñarte modelos, luego se levanta y te pide que le acompañes a otra zona del taller donde tiene una tabla parecida al concepto que quiere explicarte, luego vuelves a su “oficina” y sigue trabajando con el ordenador quitando o poniendo una pulgada aquí o allá hasta que finalmente te dice, “… creo que ya está, ¿Cómo lo ves?” Mi respuesta siempre ha sido la misma, “si para ti está bien, para mí también”. Y es que Baron es ese tipo de persona que te da mucha confianza. Cuando lo ves trabajando en un trozo de foam, ves la pasión y dedicación que le pone y es que, con casi 30 años fabricando tablas de surf, sus manos son capaces de detectar la más mínima imperfección en el perfil de la tabla, por eso cuando está shapeando, coge la tabla en repetidas ocasiones pasando sus manos por los cantos para comprobar que la tabla está perfectamente equilibrada, ¡es un espectáculo verlo trabajar!
Una vez definidas las medidas en el ordenador, el foam pasa a la máquina de corte donde se le da la forma inicial, basada en el diseño realizado con el ordenador. Es increíble ver trabajar a la máquina de corte, que parte de un elemento sin apenas forma, y consigue un pre-shape listo para ser trabajado por el shaper.

La máquina de corte en pleno proceso con mi nueva tabla.

La máquina de corte en pleno proceso con mi nueva tabla.

Después de pasar por la máquina de corte, llega el momento más delicado y más importante del proceso de fabricación de la tabla, el toque mágico del shaper. La máquina consigue la forma aproximada del foam pero ahora es necesario que las manos expertas de Baron consigan el perfil final y el nivel de acabado óptimo antes de pasar al glaseado.

Baron en plena acción.

Baron en plena acción.

Usando una gran variedad de herramientas y distintos tipos de lijas, el shaper poco a poco va dándole forma al foam hasta conseguir el equilibrio perfecto en los cantos y la superficie de la tabla. Una vez que está lista, y tras comprobar varias veces con las manos que la tabla está perfectamente equilibrada, llega el momento de la firma sobre el foam.

Baron comprobando las medidas de la tabla.

Baron comprobando las medidas de la tabla.

Baron lleva años dibujando su propia caricatura en todas y cada una de las tablas que salen de su taller, es la marca de la casa y un claro reflejo de su peculiar personalidad.

Caricatura de Baron, marca de la casa en todas sus tablas.

Caricatura de Baron, marca de la casa en todas sus tablas.

Medidas, fecha de fabricación y número de serie.

Medidas, fecha de fabricación y número de serie.

Una vez terminado el shape hay dos opciones: o bien la tabla va directamente al glaseado o bien a la zona de pintura donde se le aplicará el “spray”. En mi caso el spray se aplicaría sobre el foam

Spray terminado y listo para empezar con el glaseado.

Spray terminado y listo para empezar con el glaseado.

Baron te da la opción de elegir distintos tipos de glaseados en función de si quieres que la tabla sea más ligera y frágil, o algo más pesada pero también más resistente.

Zona de glaseado del taller de Baron Surfboards.

Zona de glaseado del taller de Baron Surfboards.

Una vez terminado el glaseado y pasado el tiempo de secado, la tabla pasa a la zona de lijado y terminación donde se le colocan los tapones para las quillas, el invento y otros accesorios como los tapones para la GoPro.

Zona de lijado y terminación. Colocación de los tapones.

Zona de lijado y terminación. Colocación de los tapones.

Tras unos días de curado la tabla está lista para ser recogida. En ese momento, vuelves a pasar un “buen rato” con Baron comentando como ha quedado la tabla y las diferentes opciones para montar las quillas. Baron siempre recomienda hacer la tabla con 5 cajas de aletas, así tienes la posibilidad de montarla en “quad” o “trifin”, según las condiciones de las olas o tus propias preferencias. También suele aconsejar montar las tablas en “quad”, ya que se consigue mayor velocidad que con la configuración de tres aletas. La explicación que me dio me dejó muy convencido, así que ya tengo claro como montar las quillas en mi tabla nueva. Tal vez éste puede ser un buen tema para abrir un debate: ¿Quad o Trifin?

Mi nueva Baron por fin en casa.

Mi nueva Baron por fin en casa.

Después de esperar durante toda la semana con la tabla en casa, ¡por fin llegó el momento de probarla! Las olas no estaban demasiado bien, el swell venía muy del sur y el puerto de Durban no dejaba entrar el mar de fondo con claridad en las playas de la ciudad, así que cogí el coche y me dirigí hacia el norte buscando mejores condiciones.

Primer baño con mi nueva tabla.

Primer baño con mi nueva tabla.

Finalmente encontré buenas olas a unos 20 km de Durban, en una playa a la que suelo ir bastante a surfear: Bronze Beach (Umhlanga). Las olas eran algo pequeñas y aunque el mar estaba completamente glassy, no eran las condiciones ideales para esta tabla. Aun así, he podido extraer grandes sensaciones de este primer baño. La tabla es muy rápida y responde muy bien bajo los pies, una vez en la ola, acelera muy bien permitiéndote hacer giros cerrados sin perder velocidad. Estoy deseando probarla en condiciones algo más grandes y poder enviar a los amigos de Suroeste SW algunas fotos de acción con mi nueva tabla.

Doy las gracias a mi mujer Diana por las fotos.

Saludos desde el sur del sur.

Víctor.

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