El Niño tocará este año en el Golfo de Cádiz

Para comenzar, tengo que reseñar que la meteorología no es una ciencia exacta y los estudios de estos fenómenos climáticos están basadas en series temporales muy pequeñas comparándolas con el tiempo que lleva ya lloviendo en el mundo desde que se creó, por lo que la exactitud del estudio no está asegurada, pero sí que se busca la mejor aproximación posible a la realidad.

Desde los últimos meses de la primavera pasada, los mayores organismos meteorológicos del mundo comenzaron a advertir un notable calentamiento de las aguas superficiales en el Pacífico central y oriental, y se empezó a debatir sobre la aparición del fenómeno de El Niño en la temporada 2015-2016.

Pero el calentamiento de las aguas se producía con una rapidez, que dejaba obsoleto cada semana los boletines informativos del NOAA, y se dejó de informar de la posibilidad de que se concretara dicho fenómeno, para pasar a debatirse la magnitud de éste. Las anomalías positivas de temperaturas en el Pacífico central y sobre todo frente a la costa sudamericana, rondaron los 2º C en Mayo; un mes que suele dilucidar cuál va a ser la tendencia de la temperatura en los próximos meses, pero nunca con valores tan por encima de la media.

La temperatura del Pacífico Oriental fue ascendiendo gradualmente durante los meses de verano, equiparándose con los registros de los años con episodios más fuertes, como en la temporada 1997-1998 y dejando atrás a la de 2009.

En el último boletín de Alerta del ENSO (El Niño Southern Oscillation) publicado por el NOAA este pasado 8 de Octubre de 2015 comienza con esta cabecera:

Sinopsis: Hay una probabilidad aproximada de 95% para que el Niño continúe durante el invierno del hemisferio Norte 2015-2016, debilitándose gradualmente durante la primavera de 2016

En el contenido, se esclarece que en algunas zonas de estudio para el fenómeno se han llegado a los 6º C por encima de la media, por lo que se espera un episodio de Strong El Niño, o como se diría por aquí, un El Niño de cojones.

¿Pero qué influencia tiene en el clima mundial este fenómeno?

Esta es la cartografía publicada por el NOAA, de las zonas que se ven afectadas por el ENSO en cuanto a temperaturas y precipitaciones:

El hecho de que no se establezcan correlaciones sobre Europa, no quiere decir que no le afecte, sino que la influencia no es tan clara, ya que intervienen más ciclos que distorsionan la repercusión directa del fenómeno.

¿Cómo afecta al oleaje en el mundo?

En lo que nos importa a nosotros, como afecta al oleaje:

La influencia más clara se refleja en una mayor frecuencia de swells potentes en el pacífico Norte, con trayectoria Oeste –Este, y es debido a un descenso de latitud del Jet Stream; que se puede definir a grosso modo como un flujo de aire rápido localizado entre los 7 y 12 km, cuya aceleración, desaceleración o variación en su trayectoria, determinan la disposición de altas y bajas presiones en el mundo.

La peculiaridad que se da en el Pacífico durante episodios de El Niño, es que el Jet Stream situado a una latitud más baja, circula con una trayectoria bastante definida y sin variaciones durante miles de kms, generando una zona de fetch ( zona donde el viento sopla en una misma dirección generando nuestras tan ansiadas olas)  bastante amplia permitiendo la circulación de vientos fuertes en superficie. Estos vientos asociados a grandes borrascas, que son guiadas por la corriente en chorro (Jet Stream), y generan marejadas de gran tamaño y con altos periodos, que ponen de manifiesto una potencia inusual del oleaje durante el tiempo que dura este fenómeno en Hawaii y la costa Oeste de los EEUU.

Este es, de todos los estudios sobre el binomio El Niño-oleaje, del que más se conoce y más trabajado está, debido a que afecta a la nación con más recursos en investigación, y que se ve afectada directamente por el fenómeno, por ello su estudio se ha fortalecido desde la temporada 1997-1998, año en el que se dio el episodio más fuerte registrado hasta la fecha.

En cuanto al Atlántico, se observa una reducción considerable de huracanes, que aunque hacen la vida más placentera de los países caribeños y la costa sur-suroeste de los EEUU, amarga la existencia a los surfistas de toda esa zona, ya que se son los ciclones tropicales los verdaderos protagonistas de la acción surfera de la zona.

Otro de los impactos directos que se aprecian en el Atlántico, es el debilitamiento de los alisios,  vientos que circulan entre los trópicos, desde los 30-35º de latitud hacia el ecuador. Se dirigen desde las altas presiones subtropicales, (en el Atlántico, desde el anticiclón de las Azores para que nos entendamos) hacia las bajas presiones ecuatoriales. Son los vientos de NE, que tan alegres mantienen a los windsurfistas y kitesurfistas en las Canarias.

Muy bien todo el rollo este, pero no me llega la cartera para irme a coger Rincón o SandSpit en California, ni quiero morir en un Pipeline de tercer arrecife, por lo que…

¿Qué pasa en España? Mejor, ¿qué ocurre en nuestro golfito de Cádiz?

Mucho he tenido que indagar para encontrar estudios y valoraciones personales de meteorólogos y climatólogos, además de las opiniones de los surfistas con más años de recorrido en nuestras costas, para esclarecer un patrón “semi- definido” en Europa para este año.

Tras leer informes sobre Europa en páginas especializadas en previsión de oleaje, se relacionaba El fenómeno de El Niño con una mala temporada de olas. Seguí buscando en varios coloquios de meteorología, Y se llegaba a la conclusión que en los años de “Strong El Niño”, como ocurrió en el 83-84, 97-98 o 2009-2010, en el océano atlántico el Jet Stream sufría meandrizaciones; es decir, su trayectoria era irregular, con grandes vaguadas y descensos de latitud hasta Canarias (cómo lleva ocurriendo en las últimas semanas).

 

Además, me informé del registro de precipitaciones en Huelva y Cádiz en esos años y excedía muy por encima de la media. Y no hay agua sin borrasca en nuestra zona, por lo que empezaba a no cuadrarme las previsiones de que sería un mal año para Europa.

 

Tras revisar los mapas sinópticos de estos años en la agencia meteorológica alemana Wetterzentralle, pude comprobar que fueron años de un trasiego intenso de bajas presiones por nuestro Golfo de Cádiz, y lo que pinta mejor, es que se acercaban con trayectorias Oeste-Este y en su mayoría con un perfil más asurado, algo que beneficia la incisión del oleaje en Huelva y Cádiz sin dañar la energía de la onda por refracción, como nos pasa generalmente con un mar del NO por el maldito (y a la vez bendito) Cabo San Vicente portugués.

Aquí ya se podía empezar a advertir lo que querían decir en las webs especializadas que es un “mal año” para Europa. Y es que malo es para las regiones típicas de olas, el Cantábrico, Francia o Inglaterra.

Las borrascas al entrar más bajas de latitud, mandan swells que sufren la refracción en Galicia, y llegan muy mermadas a las zonas tradicionales de surf. Además la no continuidad de la trayectoria del Jet Stream en altura, no arrastra vientos en superficies extensas ni en una misma dirección durante mucho tiempo, por lo que no se espera swells gigantes como en años anteriores por la zona cántabra, francesa o inglesa. Eso sí, los vientos van a tender a ser favorables sobre todo en el Norte español y las Landas (de Suroeste a Este mientras concurra una borrasca por el sur de la península)

Otro apoyo en el estudio, fueron los datos cualitativos que dejan los destrozos en la costa. Mi familia al igual que algunos surfistas con mucho recorrido como Juan José Fernández me recordaron los destrozos que se vivieron en Matalascañas o Mazagón en dichos años por la sucesión de temporales.

Para mostrar algunos ejemplos, he recurrido a tres ejemplos de borrascas, cuyos centros pasaron cercanos al Golfo de Cádiz en Octubre de cada uno de los años con un episodio fuerte de El Niño:

Explorando los mapas durante las temporadas de olas (Septiembre-Marzo) se aprecian muchos descuelgues de bolsas de aire frío, además de vaguadas muy pronunciadas, frutos de un Jet Stream muy irregular.

Bueno entonces… , ¿qué cabe esperar de este año en nuestra zona?

Year	DJF	JFM	FMA	MAM	AMJ	MJJ	JJA	JAS	ASO	SON	OND	NDJ
1982	0	0.1	0.2	0.5	0.6	0.7	0.8	1.0	1.5	1.9	2.1	2.1
1983	2.1	1.8	1.5	1.2	1.0	0.7	0.3	0	-0.3	-0.6	-0.8	-0.8
1997	-0.5	-0.4	-0.2	0.1	0.6	1.0	1.4	1.7	2.0	2.2	2.3	2.3
1998	2.1	1.8	1.4	1.0	0.5	-0.1	-0.7	-1.0	-1.2	-1.2	-1.3	-1.4
2009	-0.8	-0.7	-0.4	-0.1	0.2	0.4	0.5	0.6	0.7	1.0	1.2	1.3
2010	1.3	1.1	0.8	0.5	0	-0.4	-0.8	-1.1	-1.3	-1.4	-1.3	-1.4
2014	-0.5	-0.6	-0.4	-0.2	0	0	0	0	0.2	0.4	0.6	0.6
2015	0.5	0.4	0.5	0.7	0.9	1.0	1.2	1.5

El Niño Index. Parámetro en base al calentamiento o enfriamiento (La Niña) del Pacífico Oriental y Central. Tabla extraída del NOAA

Este es el Índice de El Niño del Servicio Nacional Meteorológico de los EEUU. Podemos comparar la magnitud de los años más fuertes registrados y el máximo lo encontramos en 1997 durante mediados- finales de Otoño con 2.3. Sólo contamos en el caso de este año, con una puntuación hasta Agosto y ya es de 1.5, por lo que dejaría atrás a temporadas como la del 1982-1983 o 2009-2010, y sólo sería comparable con el más potente.

 

¿Y los modelos? ¿Cómo prevén la evolución del índice?

Pues según qué modelo miremos; algunos lo hacen sobrepasar valores de 1997, los menos optimistas se mantienen en los valores más altos de ese año, en lo que hay consenso es en que irá decreciendo el fenómeno a mediados de la primavera.

En conclusión, este estudio no determina que todos los centros de bajas presiones de este año vayan a pasar por el Golfo de Cádiz y que vaya a estar plato todo el año en el Cantábrico, ni mucho menos. Pero si tomamos los años mencionados de referencia, sí que hay altas posibilidades de que más borrascas con genes sureños se sucedan a lo largo de esta temporada, dejen más swells de Suroeste (aunque sean ventosos) y paralelamente, se generen más daños en nuestras costas.

Sin más vueltas de hoja, aunque suframos algún parón, llevamos un mes de Octubre con un par de swells de esta guisa, y en los próximos días se espera la llegada de uno más movidito aún, por lo que como diría el refrán, El Niño está llegando con un pan debajo del brazo, y lo vamos a disfrutar por el Sur. Bienvenido seas.

FDO: Pepe Galán