Desafiando a Emma, el temporal más destructivo de los últimos 15 años en el suroeste andaluz
El pasado 1 de Marzo será recordado por muchos como el día en el que un temporal de viento y lluvia arrasó con toda la costa del suroeste peninsular. Desde el cabo de San Vicente hasta la Punta de Tarifa los daños han sido cuantiosos, y las redes sociales arden fotos y videos de la virulencia de la tormenta Emma.
Desde nuestra redacción queremos dar otro punto de vista más acorde con nuestra filosofía. Vamos a centrarnos en unos pocos valientes que, como buenos fieles y fanáticos al viento y las olas, no dudaron en desafiar los elementos para intentar sumar un día más al libro de esas sensaciones que nutren nuestras experiencias.
Empezamos este recorrido por las costas gaditanas, desde allí nos llegan las impresiones de Emi Galindo, experimentando windsurfista e insaciable buscador de las mejores condiciones para la práctica del deporte de la vela, no en vano tiene el honor de haber navegado uno de los mejores temporales gaditanos de los últimos diez años.
En esa llamada telefónica nos contaba que «llevaba varios días estudiando las condiciones meteorológicas para elegir un sopt en el mapa” pero que al final el sitio elegido no funcionaba como era de esperar. El resto de la costa ese día estaba completamente desfasado y muy desordenado ya que en esta ocasión “el viento no sopló en la dirección adecuada para nuestra costa «. Según nos comentaba, los datos gráficos que ofrecían las boyas cercanas a la costa, “marcaban datos históricos con olas que superaban los 10 metros, y vientos bastante fuertes que rondaban medias de 40 nudos todo el día”. Pero no todo son gráficos y tablas portuarias, y finalmente la costa gaditana se convirtió en un lugar prácticamente innavegable en los spot habituales.
A esto hay que añadir que estos días tenemos mareas vivas que provocan unas subidas y bajadas de marea más significativas de lo normal.
Ya en el poniente onubense hemos podido hablar con Miguel Andrés. Para quien no conozca a Miguel, además de un excelente amigo es el creador de Meteosurfing y uno de los kiters con más experiencia de las costas onubenses. Nadie como él conoce los secretos de la que considera como su playa, Punta Umbría.
En palabras de Miguel nos apuntaba que, «mi idea era navegar como cualquier otro día, y no nos paramos mucho a elegir el material con el que entrar al agua, así que montamos 7 metros y dirigimos mar adentro. Una vez ya en el agua, nos dimos cuenta que efectivamente nunca habíamos navegado con estas condiciones tan extremas en nuestra playa. Las olas rompían casi a un kilómetro de la orilla y ningún momento estuvimos relajados.” Estas condiciones no eran para estar solo, y es de recibo recordar que otros dos consumados kiters como son Juanka y Muki, también se armaron de valor y se metieron con Miguel. “Las bajadas eran interminables y las tablas que usamos normalmente no valían para tanta velocidad, solo navegamos una hora pero la verdad nos has sabido a gloria”. Desde aquí, chapeau por ellos
El que os escribe este artículo, estuvo documentando el espectáculo que se intuía a lo lejos a través del objetivo de mi cámara. Desde la misma playa, los comentarios y las caras de los allí presentes no tenían desperdicio. No daban crédito a la valentía y locura que tenían estos deportistas para entrar al agua con semejantes condiciones.
El otro punto caliente del día estaba en la playa de Isla Cristina. Allí, Juan Zamora uno de los kiters clásicos del lugar nos contaba: «ya el día anterior estuvo increíble, pero nunca nos imaginamos que el jueves se pondría así. Decidimos entrar por la zona de la Gola (pegados al espigón) y allí, una vez dentro, rompía una ola bastante aceptable y con el mar más o menos ordenado. En uno de los bordos decidí arriesgar un poco y baje a la playa central (aquí foto de la playa) que es donde nosotros normalmente navegamos. Estaba realmente grande con olas y contraolas que hacían prácticamente imposible navegar. Para mi sorpresa, la playa prácticamente había desaparecido y solo quedaba un talud de unos tres metros en la orilla. Después de unos cuantos intentos para volver al espigón y ver que era imposible franquear la rompiente, vi un saliente y pude llegar a la orilla de forma casi milagrosa”. Nos reconocía que en algunos momentos se planteó que hacia allí metido, “ahora cualquier día grande me va a parecer poco» acabó bromeando.
En días con condiciones meteorológicas tan extremas siempre se abre el debate sobre si de verdad es prudente y recomendable entrar al mar. Estamos asistiendo en los circuitos profesionales a la proliferación de pruebas de gran riesgo como la Red Bull Storm Chase o pruebas como el Nazaré Challenge que están forzando los límites de estos deportes y quizás los aficionados deberíamos tener cierta prudencia a la hora de tomar la decisión de entrar o no en el agua. Sea como sea desde Suroeste-sw pensamos que es una decisión bastante personal y que siempre debe estar basada en un profundo respeto al oceáno.