PERFILES: César, “el indígena”.

Cesar_1   Un solo día, incluso quizás un par de horas tan solo bastaron para congeniar con él. Hablamos de mayo de 2013, un fin de semana cualquiera en tierras lusitanas. Venía con su padre en su furgoneta amarilla camperizada. Viaje de “machotes” pensé yo… Magnífica idea para que su padre comprendiera de primera mano el por qué de esta forma de conocer mundo y vivir experiencias, compartiendo unos días que seguro quedarían para el mejor de los recuerdos.

Se presentó como César. Venía de Madrid. El acento lo delataba. Un surfista más de muchos, ganándose la vida honradamente con su negocio de restauración, y destinando días de vacaciones a satisfacer la imperiosa necesidad de surfear unas olas, cogiendo el oxígeno que a menudo le robaba la capital. Todo un surfista de interior con la idea clara de trabajar para vivir y no al contrario.

Con el tiempo se fue creando una bonita atmósfera de confianza que se tradujo en una nueva quedada al año siguiente.Cesar_2

Al llegar, aparqué mi furgoneta junto a todas las demás, que se erigían testigos directos del baño que acontecía. Lo vi de nuevo en su papel de rey de la primera línea de playa. Sin duda, el ser más sociable de los allí presentes. Abierto a todos, siempre con un buen gesto y disposición a conversar y ayudar si era necesario. Ya conocía a la mayoría, daba igual del país que fueran, si españoles ó de cualquier otra nacionalidad, si no era en su idioma hablaría en inglés.

Aún recuerdo con simpatía verlo disfrutar, tumbado en el colchón de su “Canaria” mirando el mar, y diciendo lo feliz que era pasando unos días de “indígena” como tiempo atrás lo definiera un buen amigo suyo, con su característica expresión en la cara de: “Esto es vida...”

Un tipo singular que nos enseñó a los presentes, el valor de vivir las experiencias de la vida sin depender de la compañía de nadie. Como me dijo en su día: “no puedes esperar eternamente a que alguien se anime a tus planes. Si lo quieres hacer, lo haces, y si tiene que ser solo, adelante, no hay problema. Siempre se termina conociendo gente en el camino…

Con esa actitud no son pocos los lugares visitados de distintos continentes. Un ciudadano del mundo. Un aventurero con los pies en la tierra. Y ante todo, un surfista motivado con hambre de olas y ganas de exprimir la vida.

Quizás tú que me lees, tengas la gran suerte algún día de conocerlo. Probablemente no haga falta que te acerques, lo hará él, se presentará como César, “el indígena”, y si vas soltera, que Dios te coja confesada…

¡Pura vida figura… Pura vida!

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Fdo. Manuel Almansa Vargas (el Canijo)

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1 respuesta

  1. Ana Orozco dice:

    dos comentarios, el primero para el madrileño de la furgo amarilla, con quien pude compartir algunos buenos ratos un fin de semana cualquiera de esos que cunden como si los días fuesen de 30 horas, Cesar transmites muchas cosas buenas, no cambies ! y el segundo para el autor, que bien escrito y que bien contado, me dejas con ganas de seguir leyendote… Gracias

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